Nos despertamos con la luz, nos dormimos con su ausencia.
No siempre sucede en los tiempos adecuados, pero es lo que mas le conviene a nuestros relojes internos o mejor conocido como nuestro reloj biológico, ritmo o ciclo circadiano (Ver mi Blog para más información)
¿Qué sucede durante todas las horas que transcurren entre el amanecer y el atardecer? Nuestros hábitos, decisiones y la exposición o ausencia a estímulos determinan nuestra salud, diariamente y el resultado lo vemos en el corto, mediano y largo plazo. Todos sabemos cómo nos sentimos después de una mala noche de sueño y hemos llegado a acostumbrarnos a normalizar el cansancio, las ojeras y cualquier otro malestar o estado de ánimo por no tener un descanso de calidad.
La calidad de nuestro sueño y nuestra energía en general, están directamente relacionadas en gran medida al tipo de luz que predomina en nuestro ambiente. Para responder si estamos por buen camino o no, la pregunta es muy sencilla: durante las 16h aproximadas que estas despierto, ¿Recibes mas luz del sol o de bombillos, pantallas o cualquier aparato electrónico? Si la respuesta es diferente al sol, comencemos a tomar cartas en el asunto.
La nutrición solar, aquella a la que tenemos acceso todos los días, que es gratis, subestimada (y hasta temida) es la clave para comenzar a regular el ciclo de sueño, nuestro metabolismo y hormonas. Actualmente, la mayor parte de la población pasa mucho tiempo "bajo techo" y "conectados" por lo que la exposición a otras fuentes de luz hace que nuestro organismo pierda su regulación natural.
Además del compromiso (o deber) personal de recibir más LUZ NATURAL para nuestro beneficio, existen terapias o "BioHacks" que complementan hábitos diarios para apoyar nuestro bienestar como es el sauna de luz infrarroja.
Mucha de la luz emitida por el SOL es infrarroja por lo que este sauna ofrece amplios beneficios para la salud al estimular el crecimiento y la regeneración celular. La luz entra en contacto con las mitocondrias, pequeñas centrales eléctricas que producen la energía celular que mantiene el cuerpo en funcionamiento, todo ello en forma de trifosfato de adenosina (ATP)
En resumen, las células necesitan energía para rendir al máximo, al igual que nuestros cuerpos necesitan energía para funcionar. El infrarrojo estimula la energía celular cuando las células productoras de energía del cuerpo absorben la energía de la luz (fotones) y producen más ATP, que alimenta a todas las células.
Los saunas infrarrojos transforman la energía de la luz en calor, lo cual permite:
- Apoyar el rendimiento celular (energía) en todo el cuerpo y todos sus sistemas
- Estimula las glándulas sudoríparas y el aumento de la temperatura corporal, generan un efecto de liberación de sustancias tóxicas que se almacena en el cuerpo.
- Penetrar hasta la capa externa de la epidermis, lo que presenta beneficios en la apariencia de la piel y ayuda a eliminar toxinas.
- Llegar al tejido blando del cuerpo y ayuda a mejorar la circulación promoviendo una respuesta inflamatoria saludable
- El aumento de la temperatura corporal que puede ayudar a combatir las infecciones, ya que estimula las proteínas de choque térmico que impiden que los virus proteínas de citocinas inflamatorias se desarrollen.
- Relajar los músculos y aliviar la tensión en todo el cuerpo, permitiéndole relajarse y desestresarse.
- Que el aumento en la frecuencia cardíaca sea similar a un entrenamiento corto y moderado "Cardio pasivo"
Recuerda que cualquier terapia requiere constancia y va acompañada de los hábitos positivos que incorpores para que compruebes sus resultados a corto, mediano y largo plazo. Por acá te comparto mi más reciente experiencia en Sauna Infrarrojo
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Aprovecho para cerrar con este extracto de información y reflexión de la comunidad de Carlos Stro:
La luz artificial o luz azul causa enfermedad: Hoy sabemos que el espectro de la luz azul, omnipresente en toda iluminación artificial, causa estrés oxidativo, hiperinsulinemia, hipercortisolemia, hiperglucemia en ayunas, hipertensión, aumenta el riesgo de diversos tipos de cáncer —has oído bien, lo dicen, por ejemplo, la literatura científica y la American Medical Association (ref 1-2)—, y destruye los niveles de melatonina y glutatión, los dos antioxidantes más potentes de los que disponemos.
Un abrazo,
Loana Duque @LoaDuque
Especialista en Nutriciòn y Medicina Funcional - Wellness Mentor
Fuentes:
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