Nunca estamos realmente activos, pero tampoco totalmente relajados. Nos cuesta levantarnos por la mañana y dormirnos por la noche.
Nuestro organismo (sistema neuroendocrino) está diseñado perfectamente para controlar la respuesta al estrés y regula múltiples procesos del organismo, desde la digestión al sistema inmune, desde la reproducción al metabolismo energético. Juega un papel clave en la respuesta y adaptación al estrés.
Lo que sucede es que hoy los estresores agudos y breves se han reemplazado por preocupaciones crónicas sin fin. El estrés produce desequilibrios, contribuyendo a múltiples trastornos: obesidad , depresión , ataques de pánico o Alzheimer. Sobre este tema... mucho por hablar.
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